viernes, 29 de mayo de 2009

Kelly beats el BoOm

"La música y el ritmo lo llevas en la sangre".... fue lo que la profesora de mi escuela me repetía cada vez que no podía hacer los movimientos que ella, fácilmente, las podía desarollar.... no era tan flexible y elástico esos días, ahora sí. Teniendo esa cita en mente ví algo ayer que me hizo reflexionar aquella recordable frase que Miss Patricia decía - cuando digo recordable es porque lo repetía a cada rato, en serio, en vez de inalar después de exalar lo que hacía la profe era repetir toda esa frase una y otra vez- entonces fue ahí cuando me dí cuenta que estuvo en lo correcto; muchas personas y yo piensan que los latinos tienen ese ritmo que espontáneamente hace que sus pies sigan el ritmo de las canciones, situación que los "blanquitos" no pueden pues son muy duros y quietos al hacerlo, pero no Kelly Ripa. Kelly Ripa es la compañera de Regis Philbin en talk-show matutino Live with Regis and Kelly, se caracteriza por ser ocurrente y algo loca cuando súbitamente hace aquellas improvisaciones - bailes, recreaciones de escenas de películas, cantos, etc- que hacen reir a las personas de la audiencia ; y una de esas se desarolló casi al finalizar la pequeña anécdota que contó cuando salió con su hija. Su hija Lola y ella se fueron a pasear por el Mall con ococación del día de la madre, entonces ésta la llevó a una tienda de teléfonos celulares, su hija tiene 5 y es muy posesiva, entonces comenzó a persuadirla a que le compre alguno de los celulares que se encontraban en la tienda, entonces como es muy niña, Kelly le dijo no... inmediatamente después de esa respuesta, Lola, comenzó a decirle cuanto la odiaba y que tan mala su madre era con ella, como Kelly sabe que no debe concentirla en todo lo que pida... en toda esa discución empezó a sonar el tune de la cancion Boom-Boom-Boom de los Black Eyed Peas en uno de los celulares y lo que hizo fue, al ver que su hija no paraba de insistirle que le comprara el celular , empezar a mover su cuerpo al beat de la canción lo que obligó a Lola a parar su berrinche, pues si no lo hacía Mami no iba a parar de bailar tampoco.

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