miércoles, 11 de noviembre de 2009

Mi nubecita


No…. No es ningún otro apodo para ÉSA PERSONA. Mi nubecita. Así le prometí llamarla pero… jeje… se me olvidó. Comencemos entonces.

Kathia es una chica bonita que conocí en la pre… en la clase de administración, si bien es cierto, no hablábamos cómo ahora… porque no había confianza y porque… sinceramente su tamaño me intimidaba, sabía que ella era una persona especial, se le vía en su rostro, en su forma de tratar. Era especial definitivamente.

Todas esas seis semanas que estuvimos juntos, no llegamos a conectarnos muy bien, pues las clases eran dos veces por semana… pero primo… sí que eso cambió cuando comenzamos a estudiar juntos en el mismo salón a comienzos del ciclo.

Cuando entré al primer día de clases – del primer ciclo de la carrera de ciencias de la comunicación de la Universidad Santo Toribio de Mogrovejo…. cherri-, no hablé con ella… porque no conocía a nadie y vamos… de nuevo su tamaño me intimidaba.

Creo que le comencé a hablar cuando nos fuimos un grupo de estudiantes al de-hecho-que-tengo-ir-porque-es-parte-de-la-nota-del-curso-de-expresión-corporal función teatral. A partir de ahí le comencé a agarrar más confianza… más confianza… pero nunca abusé de ella… ni sexualmente ni psicológicamente… no estaba obligada tampoco a aceptarlo.

Kathia es una persona somnolienta, y es por eso que cuando le fastidio con: “Eres mi potencialmente novia falsa”, ella sólo se ríe, porque sabe que sólo juego… ¿O acaso no?

Sea cómo fuese el caso… sólo te quiero agradecer Kathia por ser tan buena amiga y una fiel enamorada falsa… siempre me sigues el juego, tengo miedo de que si tanto estamos acostumbrados a jugar a los enamorados… tal vez se nos pegue eso y terminemos juntos. Yo siempre he creído que lo que hay entre nosotros dos es una especie de conexión sexual que tal vez se mezcle con sentimientos… pero vamos… lo que realmente tú y yo queremos es tener sexo salvaje sin ningún compromiso – sólo es broma -.

Gracias por todo nubecita.

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