De acuerdo… debo de reconocer que todavía hay algo así como una especie de entusiasmo-estado-mental que psicológicamente me da porque sigo creyendo, alucinándome que sí… sí… ÉSA PERSONA sabe que existo, pero cómo dijo un día teto… yo sé que existen las perras… pero no sé nada sobre la perra de Luisa que vive en Asia-China que está a punto de parir 5 cachorritos – nunca lo pude captar de una forma instantánea… siempre he tenido que leer y releer el ejemplo de Teto para poder convencerme de que tiene algo que ver con mi problema, en serio… sus ejemplos son peores que ejercicios de matemáticas… , pero en este caso no tengo ni calculadora para poder ayudarme a entenderlo… sin embargo existe la opción más rápida de responder a alguien cuando no sabes lo que dice: Aja.
La prima Cindy estuvo conmigo… para ser honesto… ya está bien… tal vez le dije: “De acuerdo prima te acompaño al baño… pero yo me quedo afuera” porque intuía que tal vez encontraría a ÉSA PERSONA en el mismo lugar. La prima ni cuenta se dio, bueno es que no se lo conté porque vamos… no es tampoco algo que me sienta orgulloso de decirlo. “Hola prima… ¿y qué tal te fue allí adentro – en el baño -?, mira atrás y agárrate porque te tengo que contar algo”. No definitivamente no. Ella podría llamarme por nombres de los que aún no estoy preparado para oírlos.
La bonita coincidencia estuvo ahí… armada por Dios –sí definitivamente tanta coincidencia debe ser consigna de Dios-, entonces sólo comencé a hablarle a la prima… aunque ella no me entendía, porque lo que le decía era algo así como: Bueno prima adivina… estás muy bonita… jajaja… claro claro… no que sí. Era prácticamente un monólogo… comencé a decir cosas y darle énfasis en las últimas vocales y simulaba una risa muy hilarante por algo que supuestamente había dicho, todo eso sólo para causar una buena impresión. Y… tamare… funcionó.
Acompañé a la prima hacia el baño… le dije: “¿Quieres que te acompañe?... o me quedo afuera”… lo dije queriendo ser gracioso… es que tenía tan cerca a ÉSA PERSONA. Bueno… después vino los 5 minutos más difíciles de mi vida: cuando me quedé sólo. Soy una persona muy atípica y muy acomplejada e intimidada… soy muy dependiente de otros… porque cuando estoy sin nadie y en un lugar lleno de desconocidos me privo, me aislo, me frustro. ¿Se imaginan si con personas desconocidas me pasa eso… qué pasaría con alguien que sé que me está mirando –psicológicamente lo pienso así… ÉSA PERSONA me vigila constantemente-?
Así transcurrieron los cinco minutos. Después que mi prima entró al baño, comencé a prepararme psicológicamente para no hacer un irritante comportamiento, entonces encontré a una amiga de la pre, Estrellita, y me dije: “Que bacán… con ella me siento muy tranquilo… hasta le puedo hacer contacto visual sin parpadear”, entonces decidí acercarme para fastidiarla un poco, fue ahí cuando mi estado de mis-pies-deben-de-sincronizar-sus-pasos-porque-sino-voy-a-caminar-como-sonso se apoderó de mí, lamentablemente ya me había psicociado con poder hacer el ridículo si hago eso, es por eso que sólo la saludé desde donde estuve. A continuación pensé: “Mejor me voy al baño para verme al espejo y peinarme –já… no tengo pelo… soy pelado-. En todo ese recorrido desde el lugar donde estuve hasta el baño, me encontré a mí mismo en una situación en la que comencé a decirme: “No mires a la derecha, no mires a la derecha… no hagas contacto visual… no hagas contacto visual… camina como si fueras una persona normal, camina como si fueras una persona normal.” Entré… cogí el papel y salí… y claro… de nuevo comencé con mi monólogo privado sólo para mi mente: “No mires a la derecha, no mires a la derecha… no hagas contacto visual… no hagas contacto visual… camina como si fueras una persona normal, camina como si fueras una persona normal.” Cuando llegué de nuevo al sitio donde estuve… comencé a hablarle a la prima, yo desde afuera del baño y ella desde adentro me respondía. No estoy seguro donde exactamente estaba ella cuando comenzamos nuestro tete-a-tete, pero se sentía incómoda. Después de preguntarle “¿Prima qué haces?” como cinco veces porque no se me ocurría nada más, la prima salió de su oficina. Cinco minutos, treinta segundas se demoró Cindy. New World Record Winner.
Una vez que la prima terminó su happy hour, coincidentemente – de nuevo creo que Dios ayudó en eso también-, nos encontramos con Danae y Miriam y comenzamos a hablar, pero esta vez comencé a pensar en que cosa podría decir para que las chicas se rían para causar buena impresión. It’s all about the presentation, primo. Entonces en una de esas... bam!.. Volteé y tamare… i made eyed contact!. Felizmente hice un movimiento muy nada-sospechoso para que no pensara que quise ver a ÉSA PERSONA, y espero que no se haya dado cuenta… aunque ya lo acabo de escribir… mejor borro esa revelación. Después vino la llamada que le hice a Teto para que viniese con mi mochila y mi libro de Kathy Griffin de 45 dólares en su mano derecha – me costó toda la propina de mi cumpleaños… estoy en todo mi derecho de presumir-. Vino Teto junto a Karito y después todos nos sentamos en la banca a conversar.
Cindy, Mimi (Miriam) y Danae me quisieron jugar una broma: justo cuando me quería sentar, ellas iban a pararse aparentando que mi peso provocó ése movimiento… entonces tras varios intentos fallidos… ellas lo lograron… y ptm… ¿Lo habrá visto?
Finalmente se unieron el Chino, Luigui y el tal-vez-si-tal-vez-no de la prima Cindy: La chola. Comenzamos a conversar de una situación muy interesante: A la chola se le había agregado una tal Karito a su correo que le propuso compartir fotos calentonas… entonces él pensó que era la Karito que conocíamos – la del salón -. Que buen tema, me dije. Perfecto para hacer reír a las personas. Entonces fue así como todos esos 5 minutos reí… hice reír… y hasta me puse cachondo con las anécdotas de la Chola… esa Karito sí que era una reverenda perra…, ya la agregué. Hasta que finalmente se fue.
PD: Me olvidé de borrar ésa parte
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