martes, 19 de enero de 2010

LAS COSAS QUE NO ME GUSTAN SOBRE LOS EVENTOS CATASTRÓFICOS


En todos mis… dieciocho años de edad (aunque muchas digan q parezco de más por el bigote ), he presenciado tres eventos catastróficos: Los huracanes - los digo en general porque ya no hay mucha emoción, pues se ven a diario en las noticias-, el Tsunami – al que yo siempre llamaba maremoto – y el terremoto en Haití. Elegí estos tres eventos debido a que fueron televisadas por más de 187 horas en los canales de noticias. Sé que el dolor, el trauma, la desesperación y la hambruna prima en estos casos… pero hay ciertas cosas que se cuelgan de ese dolor y de eso hablaré.

1.- Los estadounidenses son los que siempre alardean de su “filantropía” pero lo cierto es que siempre quieren superar a todos por autodenominarse – bueno en realidad sí lo son – país primermundista. Está bien que ayuden, pero a veces llega que se le dé más cabida a un país que dona más de 100 millones de dólares de un país que puede donar mucho más – así fue en el caso de Haití- que las más de 100 toneladas de alimentos no perecibles que se logró recolectar en Pisco – ciudad en donde hace tres años pasó lo mismo -.

2.- Estados Unidos siempre se quiere apoderar militarmente de los países que sufren estas desgracias. Mandan cantidad de soldados en aviones, aviones en donde se podrían trasladar la suficiente comida y ayuda para más de una semana. Está bien que en estas circunstancias siempre prime el caos, pero ¿Diez mil soldados del ejército de los Estados Unidos que implica?: Implica 10 mil almuerzos más… dejando famélico a 10 mil personas afectadas.

3.- Lo que más detesto de estos catástrofes es que siempre son en pequeñas ciudades o países a penas conocidos en donde la pobreza abunda y el crimen se reduce durante el primer día del desastre – pues la mayoría de los ladrones ya están muertos y en el primer día recién uno supera lo que está sucediendo y no tiene tiempo para robar-. No es que me esté quejando… pero… Dios… ellos no son los que están destruyendo tu obra de arte: “el planeta tierra“ – calentamiento global -. Simplemente no me parece justo.

4.- Estos desastres se convierten en política. Muchos de los candidatos aprovechan estas circunstancias para hacer sus “obras de caridad”. Claro que en mucho de estos casos, las bolsas en donde se transportan toda clase de ayuda tangible, tienen impresas el nombre del candidato y su número. Al diablo con ellos.

5.- Y finalmente… lo que sinceramente detesto de todo esto… es la buena intención de las personas pero no el compromiso suficiente que se requiere para estos casos.

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