¡ Que me quiten el colon por favor!

Viendo fotos de mi niñez – un hobbie que hago cuando no hay periodico o algo interesante para leer durante la visita a mi oficina ( baño ) – me percaté, comparando mi estado físico de fotos a los 6, 10, 13 , 15 y 18, que tal vez padezca un desorden alimenticio.

No voy a mentir, siempre he sido, como siempre decía mi mamá, un chico robusto – creo que según su filosofía llamarme robusto en vez de gordo… podría sonar menos hiriente, pero siendo sincero... preferiría que me mientan-, pero mi cuerpo siempre se ha moldeado de a cuerdo a diferentes etapas de mi vida, comencemos:

De 2 – 6 años.- En esta etapa, se podría llamar como la decisiva. El estómago, y en realidad toda actividad metabólica, es una máquina de acostumbrar… si desde niño te dan de comer demasiado… tu estómago simplemente buscará lo mismo… llenarse hasta el tope. Eso es lo que no entienden muchas personas: uno se alimenta no para terminar con la panza llena, sino para adquirir energía – tengo que citar a mi viejo por esa gran deducción-. Desde bebito – según reseñas de mi abuela – era un bebito lechón – proveniente del vitaminoso – tal vez esa palabra no exista – es-bueno-para-los huesos cremosa sustancia producida por la vaca -. Ella siempre me cuenta que me empujaba 6 a 7 onzas… o sea… la cantidad suficiente para regalar a los comedores populares de la tía Bozo. En resumen… hasta las 6 años siempre he sido un niño muy bien papeado – no panzón, sino “saludable” –

De 6 a 10 años.- Cómo desde temprana edad he estado acostumbrado a comer en demasía – para mí una comida no era buena hasta que no pudiese pararme -, a estad edad se complicó el asunto… pues pude comer ciertas cosas – que engordan más – que de chibolo no podías, entonces mi obsesión ya no era leche y purés, sino comida sólida… abundante… mucha…!. Por lo presentado, uno ya puede derivar que llegué a ser obeso, pues no… están equivocados… no llegué a ser obeso, pero sí adquirí una panza – como la de los cheleros -.

De 10 a 15 años.- Este periodo fue mucho más… delicado se podría decir…. Ya no tenía control de mí mismo hasta esta etapa de mi vida, comía lo que quería… las comidas ya no eran ricas … sino simplemente las comidas eran para mí una ansiedad. Alcancé pesar 80 kilos.

De 15 a 18 años.- La etapa de la adolescencia fue crucial para mí. De hecho que los apodos, la presión de las chicas, la televisión y sus prototipos de hombres perfectos… aunque no lo crean… todo eso que siempre uno critica… me sirvió de gran ayuda para alarmarme, acomplejarme, sufrir, avergonzarme de mí mismo y por último… pisar tierra y convencerme que esto no estaba bien. Aunque fue un periodo muy difícil y sacrificante… ahora… años después… peso 63 kilos.

La razón del título es porque me resulta nada justo que mientras uno sufre por cuidarse en comer poco, otros tragan y tragan pero no engordan – Juan Gabriel - , el problema de muchos es que asimilan demasiado lo que comen… entonces lo que yo quisiera es que me quiten el colón – porción del aparato digestivo que se encarga de almacenar residuos, extraer agua, mantener el equilibrio de hidratación y absorber algunas vitaminas como la vitamina K , o sea que lo que comas… se distribuya en todas las partes de tu cuerpo moldeándolas dependiendo la cantidad que ingieras-.

Video de la película Austin Power. Me pregunto a quién se hubiese parecido Fat Bastard hace algunos años...